Más de 10,000 pequeñas y medianas empresas tuvieron que cerrar en los últimos tres meses por la crisis galopante que azota a este país, provocada en gran medida por el precio de la electricidad y los hidrocarburos.

España es el país de la Unión Europea que está padeciendo con más dureza la crisis del precio de la energía, agudizada en semanas recientes por la guerra en Ucrania, y que ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de un sector controlado por las grandes multinacionales y un órgano regulador que prima la libre competencia en lugar del bienestar básico de la sociedad.
El principal problema de las negociaciones en Europa son las grandes multinacionales europeas de la electricidad, con Iberdrola y Enel a la cabeza, que alegan una supuesta alteración de las reglas de la competencia que vulnerarían los derechos de las otras empresas.